La computación cuántica, pieza clave de la ciberseguridad mundial
Hoy, casi 70 años después de esta hazaña que cambió el curso de la historia, el mundo entero se encuentra inmerso en la carrera por liderar la siguiente fase de la computación: la cuántica. Una tecnología cuyo interés -más allá de intentar comprender en qué consiste- radica en sus poderosas aplicaciones. Las que más interesan a las distintas potencias mundiales van desde la encriptación de comunicaciones al diseño de nuevos fármacos personalizados, pasando por la posibilidad de crear una inteligencia artificial más intuitiva y precisa. En esa carrera se encuentra Europa -algo rezagada por detrás de China y EE. UU.-, que en 2018 lanzó la Quantum Flagship; una iniciativa de la Unión Europea para la investigación en el campo cuántico dotada de 1.000 millones de euros durante 10 años. Carlos Abellán, cofundador de QuSide, empresa dedicada a la ciberseguridad y que participa en la Quantum Flagship europea, asegura que “el internet cuántico será la culminación de muchas tecnologías que se están desarrollando ahora”. Se dice de la red cuántica que será imposible de hackear y que viajará a la velocidad de luz, pero aún quedan algunos años para comprobarlo. “Hay mucha gente que dice 10 años como el tiempo en el que vamos a tener un ordenador cuántico, pero lo mismo decían hace 10 años. Lo que sí que estoy seguro es que dentro de mucho menos tiempo vamos a tener un ordenador cuántico, pero no tiene por qué ser universal”, dice Abellán. Universal o no, la primera generación de ordenadores cuánticos será capaz de realizar ciertas acciones incluso antes de alcanzar su desarrollo total; acciones como la encriptación de mensajes, algo que, si Turing levantase la cabeza supondría un reto aún mayor que el de descifrar Enigma.